El Presidente Abinader ha sido notificado: no hay luna de miel
Santo Domingo, RD.
El presidente Danilo Medina con la información de su ausencia en la juramentación del presidente Abinader ha notificado que no habrĆ” luna de miel para la nueva Administración, confirmando una sucesión presidencial hostil que sólo vimos en el aƱo de 1978, entre Balaguer y GuzmĆ”n y en 1986, entre Jorge Blanco y Balaguer; en la primera, GuzmĆ”n fue muy duro en contra de Balaguer, empero este tuvo como defensor del dĆa al Presidente de la Asamblea, Juan Rafael Peralta PĆ©rez. Balaguer en cambio, fue acido con Jorge Blanco y finalmente, cruel.
La ausencia del presidente Medina que de esta forma incumple una tradición protocolar, no guarda ninguna relación con el covid-19, sino eventualmente con la presencia del secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, quien en los Ćŗltimos tiempos ha representado una postura hostil a la Administración saliente y requerido – incluso en las Ćŗltima semanas - acciones en contra de la corrupción, en particular, en el caso de Odebrecht.
Medina –a pesar de que Abinader no ha dado motivos para temer de Ć©l alguna descortesĆa- acostumbrado a un Congreso Nacional lleno de compaƱeros, al que ahora acude en minorĆa, igual puede temer el amargo momento de un abucheo indeseado o peor, un coro pidiendo cĆ”rcel como el que se montó a la llegada del presidente electo a su comando de campaƱa la noche de la victoria.
En todo caso en el marco de un segundo Estado de Emergencia, prorrogado, esta salida del protocolo habitual a cargo del Ejecutivo saliente evidencia un enfrentamiento soterrado, que al menos a corto plazo, hubiera sido bueno para el paĆs evitar, puesto que cierto consenso es Ćŗtil para enfrentar la crisis – económica, de salud y educativa - que sufre el paĆs.
La crisis de la Justicia igual resulta difĆcil de manejar a travĆ©s de la confrontación inmediata, puesto que Medina se retira con el control jurisdiccional completo de la justicia ordinaria y con el aparato de la persecución criminal, desmontado y montado – en dos ocasiones por el PLD - a su servicio: Igual que sucedió con Balaguer en 1978, quien a travĆ©s del Senado designó a la Suprema Corte de Justicia y a todos los jueces.
Abinader debe primero desmontar la paridad – vĆa el empate actual – del Consejo Nacional de la Magistratura, posiblemente repartiendo en la oposición – ante esta descortesĆa de Danilo - a los dos miembros del legislativo -, iniciar el proceso de redesignación en el ministerio pĆŗblico, en particular, la olvidada jurisdicción contenciosa, que es – contrario a lo que piensa la gente - la que puede frenar, para bien o para mal, al Gobierno y estĆ” en manos de Danilo y, luego, designar una nueva CĆ”mara de Cuentas, sin cuyo dictamen, no hay proceso judicial que prospere.
No obstante el Estado de Emergencia, la parte de la oposición que encabezarĆ” Medina, no parece que conceda los tradicionales 100 dĆas al Gobierno entrante: Esa es la lectura de la ausencia.
Por debajo, la situación revela una crisis que se fundamenta en informaciones que la opinión pĆŗblica, posiblemente, no tenga a manos, porque es obvio que igual al PLD le convenĆa una tregua a los fines de montar su Congreso y reordenar sus fichas en su nuevo papel que se disputarĆ”, a mediano plazo con Leonel.
Lo Ćŗnico que justifica este desplante es el conocimiento de información que dĆ© cuenta de procesos judiciales inminentes que, como no se advierten posibles, en el corto plazo en el ordenamiento jurĆdico local porque un expediente requiere un mĆnimo de tiempo para su preparación, solo puede provenir de Estados Unidos, desde donde cierta prensa dice disponer de información que atribuye acciones, como el congelamiento de cuentas bancarias e inversiones a algunas personas del Gobierno.
Cierto consenso polĆtico – independiente de los procesos de la justicia – es imprescindible en el paĆs, hasta para resolver cuestiones tan sencillas como por ejemplo, la siguiente: La Ley de Gastos PĆŗblicos modificada recientemente, ya se agotó en varias dependencias y, en un par de dĆas, el presidente Abinader debe enviar al Congreso Nacional un nuevo Presupuesto Complementario para el 2020 y, para eso, habrĆ” que negociar los votos de los legisladores en la CĆ”mara de Diputados, igual para proponer la CĆ”mara de Cuentas que designa el Senado y que debe hacer a la menor brevedad y, desde luego, el Presupuesto General y Ley de Gastos PĆŗblicos del aƱo 2021.
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